*Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo
*Máster en Métodos y Técnicas para la Investigación Histórica, Artística y Geográfica; especialidad en Historia del Arte por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, UNED

*Doctoranda en Historia del Arte por la Universidad de Oviedo

lunes, 22 de abril de 2013

La pintura posmoderna de Giuseppe Veneziano

Durante el siglo XX, tuvo lugar un nuevo modo de expresión en el arte, en la pintura, una nueva forma de representación que romperá con la tradición anterior. Al oir hablar de esto, a todos se nos vienen a la mente las vanguardias históricas: los mil y un planos del cubismo, la velocidad y la máquina del futurismo, el anti-arte de Dadá y el automatismo psíquico puro del surrealismo. Sin embargo, hay vida más allá de las vanguardias y más allá del arte de entreguerras. 

La nueva figuración en el arte surge como una respuesta a todo lo anterior, significa una revolución artística e ideológica que llevarán a cabo grupos de artistas con el afán de revisar grandes obras de la Historia del Arte. En España, podemos poner el ejemplo de Equipo Realidad o Equipo Crónica. Ambos, pretendían dar una nueva perspectiva, no sólo al arte, sino también a la sociedad.
Equipo Crónica

A pesar de que esta tendencia no tuvo presencia más allá de mediados del siglo XX, mas que de forma caricaturesca con ayuda de técnicas informáticas como photoshop más decantadas hacia el diseño gráfico, tenemos la suerte de contar en este siglo XXI con una artista como Giuseppe Veneziano.


Una Madonna, una Virgen con el Niño reinterpretada bajo la atenta mirada del espectador. Un espectador atónito que se encuentra con Hitler, y lo único que se pregunta es ¿Por qué?. Se cae aquí en el peligro de una mala interpretación de la obra, ya que algunos pueden verlo como una oda al nacionalsocialimo, pero nada más lejos de la realidad. Ni siquiera es la humanización del Fürer, tan sólo una crítica, desvirtualizanco al dictador en términos estéticos y artísticos. 


Me gusta calificar la obra de Veneziano de posmoderna, con ese espíritu de desvirtualización y descontextualización del ideal, poniéndolo en un lugar totalmente diferente, por lo que el significado del mismo cambia radicalmente, a pesar de que el individuo no quiera. En esta obra vemos al Jesucristo de la Cena de Emaús de Caravaggio, obra manierista de 1602, cenando ahora en una cadena de comida rápida de nuestro tiempo. El protagonista de la obra no se transforma, permanece inmune al cambio de era, de escenario, pero el significado de la obra cobra un nuevo sentido, una crítica a la cultura actual. Tan sólo se me viene a la mente la obra de Mac Augé, Los no lugares, ya que ese escenario podría ser cualquiera, es atemporal, podríamos haber estado allí millones de veces, y nunca podríamos ver la diferencia entre el nuestro, y el de otro restaurante similar. No hay personalidad, no hay tiempo, no hay lugar.



La obra de Giuseppe Veneziano me fascina tanto, que podría estar días hablando de las interpretaciones contemporáneas - o posmodernas- que dá a las grandes obras de la Historia del Arte. Y es que no podemos olvidar el arte anterior para hablar de la nueva figuración, de las vanguardias o de las nuevas concepciones del arte actual; algo que parece que muchos críticos actuales parecen obviar.

La Muerte de Marat de Jacques-Louis David, obra de 1793, aparece aquí en su nueva versión con un nuevo héroe, Spiderman. La visión aquí es que en la era contemporánea, cualquier individuo ficticio puede llegar a ser un héroe, a elevarse casi por encima de los ideales de figuras como Marat.
Pongamos todos los pies en la tierra y disfrutemos del arte real, sin prestar atención a los prejuicios de la sociedad y la ruptura en la cultura que está llevando a cabo la comercialización por parte de la masa. Abramos los ojos al arte de verdad, a la visión de artistas como Giuseppe Veneziano, y la socialización  y democratización del mismo.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado el artículo, aunque no me llama especialmente la atención Giuseppe Veneziano, tengo la sensación que estoy viendo sacar un conejo de la chistera una vez que ya conozco el truco. Es cierto que esta impresión la tengo últimamente con todo lo que veo, y que paulatinamente he ido retirando mis gustos y preferencias hacía territorios más contrastados. Probablemente sea un cincuenta por ciento pereza mental y, otro cincuenta los muchos años que ya voy cumpliendo . De la descontextualización en la obra de Veneziano es algo que el propio Caravaggio, y la mayor parte de los pintores del Barroco hacían. En la Cena de Emaus el mobiliario, objetos, alimentos, telas y vestimentas son los de la época de Caravaggio, y lo que hoy nos sorprende no es tal descontextualización, sino que los iconos de la historia del arte sean trasladados hacia espacios icónicos de lo vulgar, puede que ese sea el juego de Veneziano pero esto se ha estado haciendo en estos últimos cien años continuadamente desde Duchamps a Warholl. Démosle a la obra de Veneziano un centenar de años y veremos como la estética de los fast food o los personajes del comic americano se habrán fundido en el imaginario colectivo, y puede que se vea el Cristo de Emaus en un Mc Donalds tan propio de una pintura del siglo XXI como el original en un taberna Italiana del XVII.

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  2. He de reconocer que me gusta en cierta medida la vulgarización del arte. Estas reinterpretaciones me encantan, siempre y cuando tengan unos personajes nuevos que me interesen.
    Estoy de acuerdo que muchas de estas obras, como La Cena de Emaús, ya estaba sacada de contexto en su momento, o la Muerte de Marat, que fue una autentica revolución; pero ahí está el truco, dando una vuelta de tuerca más retorcida. Yo no lo identifico tanto con Duchamp y sus ready-made dadaístas, ya que eran el "anti arte" más que la descontextualización, hacía lo contrario, cogía cualquier elemento y lo convertía en arte, y lo mismo Warhol.

    Es cierto que lo que hace aquí Veneziano, ya se puede ver en algún artista, pero me gusta especialmente, le veo un toque que me atrapa, y una calidad, excepcional por otra parte.

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    1. De acuerdo, quizás yo vea a Veneziano con ojos de "mercenario" que es lo que soy realmente en este tinglado del arte, y las obras que primero vi fueron varios retratos de personajes de la política y el arte italiano que salieron a subasta, no me decían nada, salvo un tufillo a Wharhol, y a mi Warhol y a los que compraban y compran Warhol los encerraría en el almacén de un Alimerka o similar para que se harten de arte a precios populares. Ya quisiera Wharhol llegarle a la punta del urinario a Duchamp. De todas maneras lo difícil es tomar posiciones, que es lo que haces en tu blogg, y lo fácil es cuestionarlas en los comentarios. Veamos si Veneziano "progresa adecuadamente" en los próximos años y puedo decir la típica frase de: En un principio no me gustaba, pero he de reconocer que su obra a terminado calándome. Enhorabuena por tu blogg. No te preocupes, en tu último post sobre museos en Laviana, pienso ser implacable.

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