La
Pinacoteca Municipal de Langreo Eduarco Úrculo, abrió sus puertas en 2007, pero la historia de
su instalación viene de principios del siglo XX. El edificio que hoy alberga la
pinacoteca fue construido en 1919 para ser un matadero de animales. Para convertirlo
en un espacio expositivo adecuado, se decidió utilizar el pabellón principal
del complejo que componía todo el antiguo matadero.
El arquitecto
Jovino Martínez Sierrra, que llevó a cabo las obras, decidió salvar las
columnas y los raíles de hierro originales de la construcción, adaptándolas al
nuevo marco de exposición donde jugarán un papel importante, además de consevar
este patrimonio propiamente industrial.
La pinacoteca se
sitúa en el corazón de Langreo, entre Sama y La Felguera, focos principales de
actividad del concejo. Esto fue así gracias a la vinculación de lo que fue el
matadero con los talleres de Duro Felguera cuya vital importancia durante el
siglo XX no puede dejarse escapar. Tanto es así, que incluso su director,
Gabino Busto Hevia, explica la gran actividad artística de la zona con la
relación industrial de la misma; lo que hace que hoy en día podamos tener una
pinacoteca con artistas propiamente langreanos. No sólo de
langreanos se nutre la pinacoteca, sino que como ya vemos en su nombre, el
artista vasco de nacimiento y langreano de adopción, Eduardo Úrculo, juega un
papel fundamental en las obras presentadas en la pinacoteca.
Sin embargo, y a pesar de gozar de la importancia patrimonial necesaria para su mantenimiento, el Ayuntamiento de Langreo ha tomado la decisión de cerrar la pinacoteca. Desde su apertura todo han sido idas y venidas, cambios en el precio, ya que comenzó siendo un espacio de acceso gratuito pero terminó siendo de pago. Se obviaron las opiniones de figuras importantes y expertas de la cultura langreana, así como también la del propio director en funciones de la pinacoteca, favoreciendo el cierre de la misma, privando de las obras a los ciudadanos del concejo.
El nuevo proyecto del ayuntamiento, es el de promover el ecomuseo del Pozo San Luis; algo que ni siquiera cumple las condiciones básicas para tener la denominación de ecomuseo, pero que, sin embargo, podrá atraer a más visitantes sólo por llevar este nombre.
Debemos recordar que en la zona ya se cuenta con un Museo de la Minería, el MUMI en El Entrego, y que presta los mismo servicios que se piensan para el "Ecomuseo" del Pozo San Luis, con la excepción del "innovador" tren que llevará a los visitantes de paseo.
Prestando ambos museos el mismo servicio, hay una diferencia de precio de casi 15 euros, ya que el precio del MUMI es de 5,50 euros, siendo el del Pozo San Luis de 20 euros, un precio que no alcanza ninguno de los grandes museos del mundo; por ejemplo, la entrada más cara del Museo del Prado es de 12 euros.
El cierre de la pinacoteca de Langreo a favor del "ecomuseo" es una atrocidad para la cultura langreana en particular y asturiana en general. No pueden ocurrir este tipo de cosas a mano de gente que no sabe lo que significa el arte, ni la historia, pero que goza del poder para hacer y deshacer a su antojo. La gestión cultural está perdiendo adeptos a favor de la gestión puramente económica y política, que en muchos casos no sigue ningún tipo de juicio, más que el de favorecer al compañero, y desfavorecer al ciudadano.